Camarena de la Sierra - Sierra de JavalambreEl pasado Lunes Santo, el Obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, entregó oficialmente el título de Prelado de Honor de Su Santidad a al sacerdote Herminio Pérez Güémez, durante la Santa Misa Crismal que el Sr. Obispo celebró junto a los sacerdotes y fieles de la Diócesis en la Concatedral de Santa María de Castellón. Este título es un reconocimiento a los servicios que este Herminio Pérez ha prestado a la Iglesia diocesana durante largos años.

Prelado de honor del Papa Benedicto XVI es un cargo honorífico que la Santa Sede otorga a los sacerdotes como reconocimiento de sus méritos en el ministerio sacerdotal. Este nombramiento, además del reconocimiento a su labor, conlleva el título de Monseñor. 

Al final de la Santa Misa Crismal el Obispo diocesano quiso agradecer la labor que todos los sacerdotes realizan, a menudo de una manera silenciosa y sacrificada, por llevar la Buena Noticia a todos los rincones de nuestra diócesis. Así, quiso reconocer de manera particular la labor que Herminio Pérez, sacerdote muy querido en la diócesis, ha realizado de forma tan humilde y generosa por el bien de nuestra Iglesia, especialmente en los momentos de la creación y los primeros años de la nueva configuración de la Diócesis de Segorbe-Castellón. Monseñor López Llorente subrayó que deseaba que en este sencillo, pero sentido homenaje, se sintieran reflejados todos los sacerdotes como agradecimiento de toda la Iglesia, y en particular del Obispo, a todo el presbiterio diocesano.

Herminio Pérez Güémez nació el día 3 de octubre de 1923 en Camarena de la Sierra (Teruel). Hijo único de una familia sencilla, sus padres Antonio y Antonia eran profundamente cristianos. Ingresó en el Seminario de Zaragoza en octubre del año 1934. Recibió el presbiterado el 20 de julio de 1947 en la Catedral de Teruel. En la Universidad Pontificia de Comillas de Santander cursó y obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática. Tras concluir sus años de formación en el Seminario de Albarracín (Teruel) permaneció allí como profesor de latín y griego. A partir del año 1951 compagina la tarea docente en el seminario con el ministerio sacerdotal encomendado como coadjutor de la parroquia de San Andrés de Teruel.

En el año 1954 fue nombrado párroco de Nuestra Señora de los Ángeles de Bechí. En esta parroquia, permaneció durante siete años de feliz ministerio parroquial. Por el Decreto de la Sagrada Congregación Consistorial, de 31 de mayo de 1960, esta parroquia pasa a formar parte de la nueva diócesis de Segorbe-Castellón. A partir de 1961, se traslada a Segorbe, donde ejercerá diferentes ministerios pastorales en la curia diocesana. En 1961 el Obispo, monseñor José Pont i Gol, le nombra Canciller-Secretario de Cámara de la nueva curia. Además le encomienda otros ministerios: Notario Mayor, Pro-vicario General, Agente de Preces, Delegado de Estadística, Delegado Diocesano de Medios de Comunicación, Delegado adjunto de Apostolado Seglar, y Profesor del Seminario de Segorbe. Todas estas tareas las asumió con gran dedicación y esfuerzo para poner en marcha la nueva curia diocesana. Además, con posterioridad a 1961, asumió otras tareas: Director del Boletín Oficial del Obispado, Juez Prosinodal, Responsable de las Casas Abadías, Vicario Episcopal de la zona de Plana Sur y Secretario del Consejo de Gobierno, Canónigo arcipreste de la Catedral, Vicario General, miembro del Colegio de Consultores, Juez diocesano y, por último, Canciller-Secretario General y Delegado de Asuntos Matrimoniales.

 

Todos los servicios que se le han confiado en su largo itinerario ministerial, tanto a nivel parroquial como diocesano, los ha ejercido con generosidad, prudencia, celo pastoral y amor a la Iglesia, ganándose la consideración y afecto de sacerdotes, religiosos y laicos, que le han tratado en el desempeño de sus responsabilidades.

Por todo esto, el Obispo diocesano, monseñor Casimiro López Llorente, solicitó al Papa Benedicto XVI la Distinción Pontificia de “Prelado de Honor de Su Santidad”, como reconocimiento a su largo y meritorio servicio a la Iglesia. Distinción que le ha sido concedida y por la que felicitamos a nuestro querido D. Herminio.

Fuente: SIC